Mis queridos lectores y lectoras, como les estuve diciendo en otras publicaciones, adaptarme a la escuela no ha sido del todo sencillo, tomando en cuenta que llevaba años sin estudiar eso era algo que ya me esperaba, adaptarme a los horarios, sobre todo con mis trastornos de sueño, concentrarme en las clases y a veces sentirme grande para estar en la escuela son algunos de los problemas con los que imaginaba que me toparía y así fue.
Pero además, hay otras situaciones que había olvidado que existían en las escuelas (al menos aquí en México, pero no que no dudo que ocurra en todas partes), siendo parte de una cultura en la que el machismo predomina, es lógico encontrarse con este en las escuelas; hace algunas publicaciones atrás, mencionaba que quería ser parte de un grupo de amigos hombres… hoy ya no estoy tan seguro, déjenme ponerlos en contexto para que entiendan de que hablo.
En mi grupo, somos 5 alumnos, todos hombres, al empezar la semana anterior, nos encontramos con que tendríamos un nuevo Chef instructor, uno muy joven por cierto, que comenzó siendo muy serio y termino siendo como un compañero más, pero no en el buen sentido, sino que se puso en el nivel de alumno poco comprometido, hablando de cosas sin sentido e incluso machistas, mis compañeros, creo que se sintieron identificados con esta situación por lo que parecían sentirse muy a gusto siguiéndole el juego o él a ellos, sobre todo cuando comenzaron las burlas y comentarios desagradables hacia los “putos”.
De repente fue como estar de nuevo atrapado en la preparatoria (o quizá secundaria), en donde me enfrente día con día a bromas tontas y comentarios agresivos de mis compañeros por tener una orientación sexual diferente, eso hizo que me sintiera decepcionado de esta nueva etapa, sentí que no quería estar ahí, en el lugar en el que tanto quería estar cuando decidí volver a la escuela y lo peor es que entre en un conflicto, ¿usar todo lo que se para callarles la boca por sus tonterías o quedarme callado? por cualquiera de las dos me metería en problemas, me ganaría el desprecio de la gente con la que estaba y pasaría un año incomodo, cuando debía ser el mejor.
Hablando con amigos sobre esto, me hicieron ver que yo tengo un objetivo y que debo apegarme a el, tengo que demostrarme a mi mismo, que puedo ser el mejor, que estoy haciendo lo que quiero y que ahora tengo la suficiente madurez para manejar estas situaciones y tal vez de paso (y un poco a modo de “venganza sana”) demostrarles a los demás, como me dijo un amigo, “que el puto fue mejor que los demás” y es que la palabra en cuestión no me molesta, lo que me indigna es la ignorancia de las personas, pero esa no se termina si la evito o si me enojo, tal vez y digo tal vez por que no depende de mi totalmente, pueda reeducar a más de uno.
Lo que si quiero dejar claro, es que manejar las cosas con madurez no significa que deba permitir que me conviertan en el objeto de su escarnio, tengo la suficiente inteligencia para poner en su lugar a quien intente hacerlo, pero de la forma correcta, esperemos que eso no sea necesario. Me hubiera gustado tener la madurez para ver las cosas así antes y ojala esto le pudiera servir a quien lo esta viviendo.
¿Qué es lo que ustedes consideran que es mejor hacer en estos casos?