Hasta entre perros hay razas (y en el amor es peor)

Alguna vez escuche decir a la Tía que le da nombre al blog la frase “hasta entre perros hay razas” seguro la habrán escuchado y sabrán claro, que entre personas también hay niveles y no es que hoy este en mi día de frivolidad, pero aceptémoslo, no todos estamos en el mismo nivel, ni ser de un nivel mas bajo o mas alto nos hace mejores o peores personas y hay muchos factores que nos colocan en ese nivel en el que nos encontramos.

Las cosas que determinan esto son muy diversas y no solo superficiales, algunas pueden ser  nuestra situación económica, nuestra apariencia física, nuestra personalidad, nuestro carácter, nuestra simpatía, nuestro gusto al vestir, nuestra forma de expresarnos, nuestras amistades y nuestros intereses entre otras,  por lo que ser atractivo te sube de nivel pero no tener personalidad te baja y así podríamos continuar con varias cosas hasta determinar donde nos encontramos y claro también hay un factor determinante, el nivel de la persona que nos observa.

Si esto lo tomamos en cuenta para nuestras relaciones amorosas podemos llegar a puntos interesantes, por ejemplo, es mas probable que una persona en nuestro mismo nivel o uno inferior se interese en nosotros y es un poco mas difícil que los de niveles superiores lo hagan por lo que es importante que te fijes en ese tipo de cosas para elegir a tu pareja, pero recuerda que hay muchos factores, no te bases en algo físico y nada asegura que un nivel superior jamás se fije en ti, pasa mas veces de lo que creemos.

Si lo consideramos así, debemos darnos cuenta que la similitud de niveles es prácticamente imposible pues las diferencias entre estos pueden ser incluso “milimétricas” por lo que generalmente no encontraremos a alguien exactamente igual a menos que nos enamoremos del chico del espejo, así que siempre uno estará en un nivel inferior y el otro en uno superior, a veces esto es casi imperceptible y no habrá jamás ningún problema pero ¿Qué pasa cuando la diferencia es notoria? Cuando los demás vemos a una pareja y decimos ¿Qué le vio? ¿Por qué se fijo en el? ¿Cómo lo conquisto?

En estos casos podríamos encontrarnos en una relación “resignado-afortunado” el resignado es el que se encuentra en un nivel superior y decide bajar su estándar para aceptar al otro y el afortunado es el que se queda con el chico atractivo de nivel superior al suyo, esto no necesariamente es malo, puede funcionar bastante bien pero en algunos casos (yo lo he vivido) el resignado puede llegar a preguntarse si valdrá la pena esa relación o si se merece a alguien “mejor” por lo que estará en riesgo de abandonar el barco en cualquier momento y el resignado podría vivir en la inseguridad de no ser suficiente para su pareja y entonces estaríamos en una relación destinada al fracaso y habrá que evaluar mas bien si vale la pena continuar con algo con lo que no estamos cómodos.

Como yo siempre he usado “la filosofía de la Tía” en mis relaciones (para los que no la conozcan lean la bienvenida), pues me ha tocado ser el resignado mas veces de las que me ha tocado ser el afortunado y puedo decirles que solo un par de veces valió la pena, las demás hicieron que me ganara el odio de algunos “afortunados” así que piénsenlo bien antes de entrarle a una relación “resignado-afortunado”.

¿Alguna vez han estado en una relación de estas? ¿Qué es lo peor que les pasado por enamorarse de alguien de nivel superior? ¿Cómo le han dicho al chico de nivel inferior que no les interesa? ¿Cómo terminaron sus relaciones “resignado-afortunado”?

Nos leemos el próximo viernes con algo nuevo y ya saben, dejen sus comentarios, quejas, sugerencias y compartan el blog con sus amigos para que seamos más cada día.

Un abrazo.

Julián.