Mis queridos lectores y lectoras, esta semana ha sido particularmente nostálgica para mí, como algunos de ustedes saben estoy a solo un par de días de entrar a la escuela después de mucho tiempo de indecisión, el miedo y los nervios son inevitables cada vez que se empieza algo nuevo y una de las cosas que más me preocupó en su momento fue la posible relación que tendré con mis futuros compañeros, la idea de convivir con gente que no conocemos aun te hace preguntarte si serás aceptado, si existirá la posibilidad o imposibilidad de nuevas amistades y un sinfín de cosas más.
Pensar en todo eso me hizo recordar otros momentos en mi vida cuando llegué a nuevos trabajos o nuevos proyectos, en cada uno de ellos conocí gente muy diferente con la que no falto la persona con la que no pude hacer amistad, ya saben, personas que simplemente no puedes ni ver aunque no se hayan tratado lo suficiente (seguro habrá muchos que se sintieran igual conmigo) y es que como dice el dicho “nadie es monedita de oro” así que deberíamos dejar de preocuparnos, por que siempre existirá alguien con quien no podamos tener química.
Pero claro también esta la otra parte, la que si nos gusta, cuando encuentras a personas que desde el primer momento buscan hacer amistad contigo, siendo amables y esforzándose para que uno se sienta a gusto, aceptado y acompañado, esa persona no necesariamente se convertirá en tu mejor amigo o amiga pero te hará sentir bien con su esfuerzo por que la amistad exista.
Y por supuesto están las personas con las que simplemente la amistad se va construyendo poco a poco (aunque hay con quien de inmediato haces click y la amistad es algo natural gracias a la compatibilidad que pueda existir entre las personas), afortunadamente de estos últimos he podido encontrar muchísimos y muy buenos y buenas con los que no solo se construyo una excelente amistad sino que forman parte de mi historia, que me ayudaron a ser quien soy y que estuvieron, han estado y estarán en los momentos más importantes de mi vida y me gusta creer que yo en los de ellos.
Muchos de ellos desafortunadamente ya no viven en la misma ciudad, incluso algunos ni siquiera viven en México ya. Algunos otros ni siquiera está ya en este plano y la verdad es que se les extraña terriblemente, toda la semana me la pase pensando en todos ellos, en cuanta falta me hacen aquí y la verdad es que me puse un poco triste por eso.
Así que basado en todo lo que pensé en estos días llegue a algunas conclusiones::
1. Tener la mente abierta en todo momento te garantiza la posibilidad de tener buenos amigos, las buenas amistades se dan en cualquier lugar, en cualquier momento y de formas incluso inesperadas.
2. Es imposible caerle bien a todo el mundo o que todos nos caigan bien, así que por más que no nos guste va a pasar.
3. Las amistades, hasta las mejores son como todo en la vida, tienen ciclos y a veces son muy cortos o no nos incluyen por tanto tiempo así que hay que disfrutarlas al máximo.
Y por último y este es más bien un consejo, siempre díganle a sus amigos cuanto los quieren y cuanto los necesitan, apóyenlos y apóyense en ellos, que finalmente se vuelven nuestra familia por elección.
¿Ustedes no extrañan a ese amigo o a esa amiga que por la razón que sea ya no esta cerca?
Jajajajajajaja! Ay Artz! No cabe duda, tu aún tienes fé en la humanidad! Concuerdo en mucho de lo que expones. La neta, yo siempre he pensando que, la amistad también es circusntancial: depende del momento, del lugar, de ciertas condiciones y cuando estas cambian, cambia la amistad: ya sea para reforzarse o de plano terminarse!
ResponderEliminarAtte.
Sr. Chrix y La Co.m.panía de LosSantosInocentes presentan1
pues es que todo en la vida funciona por ciclos, unos nos gustan mas que otros, unos duran más que otros y hay que adaptarse... y si, la verdad que aun tengo fe en la humanidad, mucha!!!
ResponderEliminarMe sorprende cada vez las similutudes entre nuestras historias... Experiemento la misma sensación de añoranza de algunos amigos, en especial de los que ya cambiaron de dimensión. Sin embargo, la cantidad de recuerdos y anécdotas registradas en mi cerebro y en mi corazón son invaluables y acudo a ellas cada vez que lo necesito. Es muy importante tener presente que los amigos cubren una necesidad afectiva que en la mayoría de los casos correspondemos, son compañeros de vida a veces por un período prolongado y otros no tanto. Hay una analogía que me imagino deberás haber escuchado alguna vez... "la vida y los amigos son como un trayecto en un tren, algunos bajarán en la siguiente parada, otros se bajarán en dos o tres estaciones más y habrá aquellos que se bajarán hasta el final junto contigo..." Ellos vienen a aligerar el trayecto, así que tenemos que disfrutarlo y agradecer por su compañía. Un nuevo amigo, nunca estará de más, quién sabe quizá sea el que te acompañará hasta la estación final...?
ResponderEliminarUn abrazo
Jerry Gamboa
Esa analogía es perfecta para esta publicación Jerry y sobre todo me encanta la idea de utilizar los recuerdos de esas personas que son especiales para nosotros para sentirlos cerca cuando los necesitamos, disfrutemos a nuestros amigos como si fueran a bajarse del tren en la próxima estación, si se quedan los seguiremos disfrutando pero si no, habrá valido la pena el viaje aunque fuera corto, otro abrazo enorme para ti!!!
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